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Digital e impreso

Los sistemas educativos en la mayoría de las sociedades están convergiendo hacia una digitalización completa de los recursos didácticos, produciendo un cambio en el paradigma educativo.

Independientemente de las ventajas que la digitalización puede aportar dentro el ámbito educativo, debemos preguntarnos si el rendimiento de la lectura es el mismo entre los distintos formatos: el digital y el impreso.

El estudio «Digital vs formato impreso: Diferencias en la Lectura» realizado por Víctor Javier García Molina, asociado de Natural Optics Group con centro en Ponferrada, intenta abordar este tema desde una perspectiva multidisciplinar, prestando especial atención a las implicaciones que, desde su punto de vista, son más relevantes para el optometrista.

 

La digitalización de la educación

La primera parte del artículo, se centra en las actividades visuales en la escuela y la relación que existe entre las habilidades visuales y académicas, a la vez que se revisan las posibles diferencias que pueden surgir durante la lectura en ambos formatos.

El estudio pone de manifiesto 4 puntos clave:

  • Los sistemas educativos están avanzando hacia la digitalización total, lo que nos lleva a una variedad de preguntas, principalmente a) ¿hay consecuencias vinculadas a la salud ocular?, y b) ¿el formato de aprendizaje tiene un impacto en la lectura y el rendimiento cognitivo?
  • Existe una relación positiva entre las habilidades visuales, las habilidades lectoras y los procesos de aprendizaje. De hecho, las capacidades visuales pueden predecir el rendimiento académico.
  • Leer en formato digital no es diferente a leer una copia impresa en términos de comportamiento oculomotor.
  • Existen evidencias de que el rendimiento lector y cognitivo es peor en el formato digital, por lo que debemos analizar las diferencias existentes en cuanto a cambios posturales, cognitivos y visuales provocados por los diferentes formatos.

 

Diferencias de formato y fatiga visual

En la segunda parte del artículo, se analizan brevemente las diferencias entre los formatos digitales e impresos. Dado que estas diferencias provocan ciertos cambios en la postura, la ergonomía, la cognición y las habilidades visuales, aparecen de una serie de síntomas que se han clasificado con la etiqueta Digital Eye Strain (DES). Además, las diferencias entre los dos formatos pueden causar diferencias en el desarrollo y desempeño visual del lector en las actividades lectoras.

Según el estudio, existe una amplia gama de diferencias entre lo impreso y lo digital, todas las cuales pueden afectar el rendimiento visual. La fuente, el tamaño del texto, los reflejos, la distancia de trabajo y la postura, entre otros aspectos, están directamente relacionados con la fatiga ocular asociada al uso de dispositivos digitales (tabletas, lectores electrónicos y computadoras). Algunos de ellos son los siguientes:

Formato digital: problemas visuales

Además, el estudio pone de manifiesto que:

  • Trabajar con pantallas puede producir una serie de síntomas visuales, astenópicos y oculares que se agrupan bajo la etiqueta Digital Eye Strain (DES).
  • Es necesario un análisis detallado de la acomodación y binocularidad en aquellas personas que, independientemente de su edad, utilizan continuamente dispositivos digitales.
  • La lectura sostenida para la retención de información y estudio no es lo mismo en formato digital que en papel. Ciertas evidencias que se hacen eco de diversos estudios clínicos apuntan a que, por el momento, nuestro desempeño es peor en el formato digital.
  • Además de las limitaciones actuales de la tecnología, factores fisiológicos, conductuales, ambientales o culturales, entre otros, podrían estar detrás de este fenómeno.
  • Independientemente de esto, podemos esperar un aumento en la prevalencia de DES relacionados con la digitalización, por lo que debemos preguntarnos qué podemos hacer para minimizar sus posibles efectos.

 

La perspectiva optométrica sobre la digitalización de las escuelas.

Finalmente, en la tercera y última parte del artículo, se analizan algunas posibles soluciones para minimizar los posibles problemas visuales vinculados al uso continuado de dispositivos digitales en las escuela.

Las principales conclusiones que se extraen del estudio son las siguientes:

  • El uso prácticamente continuo de todo tipo de dispositivos digitales forma parte de la vida de niños y niñas de todas las edades, tanto para el ocio como para el trabajo escolar. Es fundamental adoptar protocolos para el correcto uso de estos dispositivos, especialmente en el ámbito académico.
  • Todos debemos afrontar la nueva era digital con protocolos clínicos específicos para prevenir la fatiga ocular digital y los trastornos binoculares y de acomodación relacionados con el uso de pantallas.
  • La presencia de síntomas y estilos de vida pueden determinar la prescripción o el tratamiento, más que la magnitud del error refractivo o la magnitud de las capacidades binoculares y acomodativas.
  • La pregunta clave no es qué formato es mejor para el aprendizaje: formato impreso o digital, pero lo importante es que, independientemente del medio, los estudiantes puedan aprender y desarrollar plenamente sus habilidades sin tener ningún problema visual.

 

Consulta el estudio al completo aquí

Formato digital e impreso: diferencias en la lectura